La ortodoncia es una rama de la Odontología que se especializa en el diagnóstico, prevención y tratamientos de las irregularidades dentofaciales o maloclusión (mala mordida). Persigue la perfecta colocación de los dientes, con sus beneficios estéticos y de salud, así como la normal coordinación de los maxilares, consiguiendo una armonía facial.
Utilizando aparatos como brackets o alineadores transparentes, la ortodoncia busca mejorar la estética y funcionalidad de la sonrisa, así como prevenir problemas dentales y de salud bucal.
Ortodoncia convencional.
Es el tipo de ortodoncia más difundido y conocido. Se colocan los brackets en la cara externa del dente. Su principal ventaja es su gran versatilidad para resolver cualquier tipo de maloclusión. Son fáciles de limpiar, económicos y accesibles para la mayoría de las personas.
Ortodoncia autoligable/baja fricción.
Estos nuevos sistemas de brackets de alta velocidad, combinados con arcos de aleaciones de alta tecnología ejercen fuerzas más ligeras que permiten que el movimiento dentario sea más rápido y confortable
Ortodoncia invisible.
La ortodoncia Invisalign se trata de un conjunto de férulas o alineadores que colocados de forma progresiva van moviendo los dientes hasta la situación deseada. Estas férulas van aplicando fuerzas sobre los dientes para variar su posición, de la misma manera que lo haría un bracket. En un primer momento se realiza un molde de la boca del paciente en su estado inicial. Este molde se envía a la central. Allí se procede al estudio de la boca del paciente. Los datos obtenidos de dicho estudio se introducen en un ordenador, de modo que, de una forma virtual, los dientes son colocados progresivamente hasta la situación ideal que deberían ocupar en la boca.
El gran beneficio de la ortodoncia invisible, es como su nombre indica, el hecho de que es transparente. Por eso es ideal para pacientes que no quieren sacrificar la estética durante el período del tratamiento.
Además, al ser aparatología removible hace de esta opción la más higiénica de todos los posibles tratamientos. La técnica de cepillado no tiene que variar a la que se realiza habitualmente y la posibilidad de que se queden restos de comida entre los dientes provocando caries o enfermedad de las encías es mucho menor que con ortodoncia convencional.
Otra ventaja es que se puede retirar para comer, con la comodidad que ello proporciona.